Técnicas de modificación de conducta:
http://www.medciencia.com/modificacion-de-conducta-ii-tecnicas-especificas-utilizadas-en-terapia/
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Habiendo visto todo esto pasemos a describir las técnicas más conocidas utilizadas ya como procedimientos en la modificación de la conducta y la terapia, más allá del simple refuerzo como alabar o dar una recompensa y más allá del típico castigo de dejar sin salir o retirar la paga, etc… (Que ya vimos en el tema anterior). Muchas de ellas se pueden ap
EXPOSICIÓN: Esta técnica se basa en los principios de habituación, consiste en la exposición repetida al estímulo. La exposición tiene que ser frecuente y no se puede abandonar la situación mientras la ansiedad está alta ya que eso podría producir sensibilización. Así por ejemplo alguien que teme a los perros podríamos hacer que tocara a un perro repetidas veces, cada vez esperando a que se tranquilice y que lo haya conseguido antes de retirarnos. La exposición permite que la persona reescriba las rutas neuronales del miedo y que compruebe que el miedo era irreal pues el temor (lo que pensaba que pasaría) no ocurre. Por ejemplo si le tenía miedo porque pensaba que le iba a morder, cuando se haya acercado 15 veces a tocar al perro y este no le haya mordido el miedo se reducirá notablemente. La exposición también se basa en la teoría de que la ansiedad tiene una curva de aparición de tal forma que su nivel elevado es solo sostenible durante un periodo de tiempo determinado, si nos exponemos a un estímulo que nos da miedo sin que nada más pase la propia naturaleza de la respuesta fisiológica hará que pasado un tiempo esta disminuya por si sola. Existen otras dos variantes más allá de la exposición normal:
– Implosión: La exposición se hace en imaginación. Sigue siendo una exposición de elevada intensidad. Los contenidos de los estímulos son dinámicos. El miedo del paciente se puede entender como una expresión simbólica de algo reprimido (tiene sus orígenes en el psicoanálisis) de ahí que se mezcle la exposición al estímulo en si con contenidos más dinámicos relacionados con la vida de la persona.
– Inundación: Exposición masiva y prolongada en vivo (también incluir en imaginación). Suele ser una sesión muy intensiva en la que la exposición es muy intensa, por ejemplo alguien que tiene miedo a las arañas se le puede exponer a coger con la mano una tarántula peluda. Después de eso la araña normal no le dará miedo. Nunca se abandona la situación hasta que la ansiedad disminuye.
TIME OUT: Se basa en el refuerzo negativo (quitar algo bueno como la atención de los compañeros, los estímulos…). Consiste en separar a la persona del entorno en el que está ocurriendo la conducta problema. Se utiliza sobretodo con niños. Se recomienda que la separación sea de 1 minuto por cada año de edad del niño (en adultos obviamente no). La técnica sería por ejemplo un niño que grita o habla en el aula, le podríamos sacar del aula. Esto es un tiempo fuera de la situación. Es importante asegurarnos que el lugar al que le enviamos es seguro y no supone algo divertido, hay que mirar que no tenga juguetes ni nada agradable ya que la idea es castigarle y no que lo encuentre como algo deseable, el niño debe aburrirse y desear regresar al aula. Se puede establecer un tiempo fijo o simplemente esperar a que la conducta problema acabe y entonces reincorporarle al aula o habitación donde estaba. Siempre es útil explicarle al niño porque se le aísla. Además el aislamiento corta el refuerzo de los compañeros que le ríen las gracias.
Una versión a medias es el tiempo fuera parcial, este consiste en excluir al niño de la actividad sin retirarlo del ambiente, por ejemplo si se está jugando en circulo o comiendo en el comedor y el niño se porta mal le podemos separar y poner sentado en una silla en una pared, de esta forma el niño no puede participar en la actividad hasta que se porte bien. Es parte de esta técnica el “naughty chair” o la técnica de la silla que siempre vemos en el programa de televisión de “Super nanny”.
En los dos casos hay que ir alerta que el niño realmente no esté intentando escabullirse de la clase o la actividad.
En los adultos el tiempo fuera puede ser auto impuesto, por ejemplo en una discusión cuando nos retiramos a otra habitación para no gritarle a la otra persona, y no regresamos hasta estar más calmados.
DS (Desensibilización Sistemática): Es una exposición progresiva y controlada a estímulos débiles (la intensidad irá en aumento progresivo) mientras la persona está en un estado incompatible con el que el estímulo en si produce. Por ejemplo una persona con fobia a las ratas (el miedo es la respuesta y la rata es el estímulo que lo desencadena) podría realizar técnicas de relajación y cuando está relajado (respuesta incompatible) empezar exponiéndole a imágenes de dibujos animados de ratas, cuando controle esto sin que le de miedo pasamos a imágenes de ratas en fotografías, luego podemos poner vídeos, luego una rata en una jaula pero lejos, etc… El orden de las exposiciones se llama jerarquía y es individual para cada persona, ella misma debe ayudar a construir los pasos.
MOLDEAMIENTO: Sirve para aumentar la frecuencia de una conducta o para instaurar secuencias que no existían. Consiste en el reforzamiento de aproximaciones sucesivas a una conducta meta. La conducta se descompone en partes y se escalona su aprendizaje. El reforzamiento será cada vez más exigente de forma que solo se empezarán a reforzar las conductas más parecidas a la final. Por ejemplo si queremos que una paloma gire sobre si misma empezaremos reforzando cuando ella mira hacia la derecha, luego cuando mira a la derecha y ladea el cuerpo, luego cuando se gira a la derecha, más tarde cuando se gira a la derecha y mira de nuevo aún más hacia su nueva derecha y así progresivamente hasta que de la vuelta entera. Obviamente esta técnica requiere de muchos ensayos y es importante que se hayan asentado las aproximaciones antes de pasar al paso siguiente.
ENCADENAMIENTO: Parecido al método anterior solo que la conducta objetivo se puede descomponer en subconductas que el niño o sujeto ya posee. Solo hace falta unirlas en una secuencia. Por ejemplo para hacer divisiones complejas el niño debe realizar actividades aritméticas más simples que ya conoce con las partes de la división. O para hacer un bocata debemos unir conductas que ya conoce como untar mantequilla, cortar queso, etc… Para ajustarse a la receta concreta de ese bocata. Cada conducta realizada correctamente será reforzada y servirá de estímulo discriminativo para la siguiente. Si la conducta tiene 6 pasos, al principio se reforzará hacer el primero bien, luego el primero + el segundo (y solo se refuerza después del segundo), luego el primer, segundo y tercer paso seguidos (solo se refuerza tras el tercero), etc…
MODELAMIENTO: Consiste en reforzar la imitación de conductas. Es un aprendizaje observacional. Hay un modelo que instruye y al que el niño o sujeto debe copiar, si lo hace bien, es reforzado. También podemos utilizarlo para inhibir conductas, por ejemplo si al modelo le ocurre algo malo por realizar la conducta (le castigan). Puede ser de muchos tipos, en video, en vivo, a través de historias, etc…
ECONOMIA DE FICHAS: Esta técnica utiliza tanto el refuerzo positivo como el castigo. Básicamente consiste en otorgar unas fichas (reforzadores secundarios) ante la realización de la conducta deseada. Se acordará con los participantes cuantas fichas se dan por cada conducta (y si se dan siempre) y que conductas especificas son las que llevan a la obtención de las fichas. Al final de por ejemplo cada semana, cada mes o al final del curso las fichas se pueden intercambiar por reforzadores primarios (juguetes, chucherías, salidas o excursiones, etc…). La parte del castigo se centra en que el que no realiza la conducta pierde la posibilidad de obtener el reforzador, además se puede añadir una lista de conductas no deseadas o negativas que implicarán la perdida de fichas (COSTO DE RESPUESTA) pero procurando que nunca se pueda llegar a un saldo negativo. Lo importante es que todas las condiciones estén definidas de forma muy clara. La economía de fichas se debe adaptar a la edad del niño. También se pueden realizar por ejemplo tablas e ir pegando pegatinas en lugar de fichas en la casilla de cada alumno (si creemos que perderán las fichas) etc… A medida que las conductas positivas van aumentando y apareciendo frecuentemente se debe acordar la reducción paulatina de refuerzos, cada vez será más difícil obtener las fichas dado que ya han aprendido las conductas, se pueden sustituir también paulatinamente los refuerzos materiales por refuerzos sociales (alabos, sonrisas, abrazos, etc…). Hay que habituar gradualmente al alumno a tolerar las demoras en la obtención del refuerzo. Siempre debe estar visible para el niño las conductas y sus consecuencias (en una cartulina, etc..)
COSTO DE RESPUESTA: quitarle algo agradable que ya debía tener antes. Por ejemplo retirar la atención (una de las técnicas más simples y efectivas) o como hemos dicho antes retirar fichas. También prohibir ver la tele o salir al parque (cuando es algo que hace siempre, es decir que “tiene”). Lo que retiremos debe ser importante y agradable para el niño.
CONTRATO CONDUCTUAL: Acuerdo escrito donde se especifican una serie de cambios u objetivos conductuales recíprocos y en el que constan los derechos y deberes de ambas partes. Los más utilizados son entre padres e hijos, profesor y alumno o en la pareja. En él se plasman también las recompensas proporcionales. Ambas partes deben firmar el acuerdo. En él deben figurar todas las condiciones. Por ejemplo el profesor se compromete a dejar salir al alumno al patio 5 minutos antes si el alumno cumple su parte de traer los ejercicios hechos cada día. Funciona mejor con adolescentes que con niños pequeños, ya que a estos les puede costar entenderlo. Se elabora conjuntamente entre las dos partes.
SACIACIÓN: Se administra el reforzador de forma masiva para que pierda su fuerza reforzadora. Por ejemplo en fumadores, el cigarrillo es algo agradable. Si les hacemos fumarse 10 cigarrillos seguidos seguramente el humo dejará de ser agradable y les producirá malestar. Es como el que come muchas chucherías, si se le obliga a acabarse una cantidad grande estas dejarán de ser agradables para ser algo negativo que produce malestar. De la misma forma debemos ir con cuidado cuando lo que intentamos (por ejemplo en una economía de fichas) es aumentar una conducta dando reforzadores, si los damos muy a menudo, por este efecto de saciación dejarán de ser efectivos y no estaremos reforzando correctamente.
SOBRECORRECCIÓN: Castiga la conducta no adecuada pero además enseña la que sí es adecuada. Consiste en obligar al niño a “reparar el daño” causado por la conducta inadecuada, de tal manera que al final el niño por las consecuencias que le trae dejará de desear realizar la conducta inadecuada. Se compone de dos técnicas que se pueden combinar o aplicar por separado:
– Restitución: Corregir los efectos negativos de la conducta indeseada, dejando la situación incluso mejor que antes.
– Practica positiva: Practicar de manera repetida una conducta adecuada alternativa.
¡Ahora ya sabéis algunos truquillos para modificar conductas! Pero siempre se tiene que ir con cuidado de aplicarlas correctamente y con la ayuda de un profesional, ya que algunas de ellas pueden tener efectos secundarios o están contraindicadas para ciertas personas.
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