Qué son?
Nutricionalmente hablando, los huesos de res o cerdo contienen 23 a 32% de calcio, 13 a 15% de fósforo, 6 a 8% de proteína y 7 a 10% de humedad. Pero no sólo eso, también son fuente sodio (5,5%), hierro (2,6%), magnesio (0,3%) zinc (0,1%) y algunos aminoácidos como la lisina y metionina
En los de pollo, cambian los porcentajes en cuanto a la cantidad de minerales sobre macronutrientes, puesto que son menos densos y por lo tanto contienen menos minerales a cambio de mucha más grasa y algo más de proteína, pero mantienen las relaciones de minerales.
Lo huesos son por lo tanto la mayor fuente de los dos micronutrientes con más peso en la dieta del perro: calcio y fósforo y una fuente alimenticia muy bien balanceada.
Son digeribles
Completamente. Al igual que el colágeno de las articulaciones.
Debido a la alta digestibilidad de la carne, las heces de un perro alimentado naturalmente son principalmente los subproductos del hueso digerido. Los perros y los gatos no necesitan la fibra de los granos y vegetales, y alimentarlos con estos alimentos solo tiene como resultado deposiciones grandes, suaves y malolientas de las que todos nos quejamos.
Otra cosa distinta es la asimilación de ciertos nutrientes, como el calcio, y las variables que repercuten en su asimilación, pero el hueso en sí es completamente digerible.
Neceidades de calcio y fósforo diario
Podría escribirse aparte sobre esto, pero considero que es un tema íntimamente ligado a la alimentación con huesos.
Consideraciones previas:
Lo primero, las cifras son recomendaciones de un aporte mínimo.
Acaso alguien se levanta por la mañana y lo primero que piensa es, ¿cuánto miligramos de calcio tomé ayer?
Nadie come exactamente 1150 mg de x nutriente al día todos los días, sino que realmente alguien preocupado por su alimentación intentará estar cerca de esa cantidad la mayoría de días, consumiendo por lo tanto un día 900mg, otro 1200, otro 1100 y otro 1300.
Y no obstante, hay que hacer hincapié nuevamente en que se trata de un mínimo diario, no de una cifra a alcanzar y no pasar bajo ningún concepto.
Por ejemplo, el mínimo de vitamina C diaria se establece en 90mg/día para una persona adulta. Pero no pasa absolutamente nada por consumir 500, 700 o 1000mg diarios de vitamina C. Más aun, en algunos periodos en recomendable.
Pues con el resto de micronutrientes, entre ellos el calcio, pasa exactamente lo mismo. Las cantidades de sobredosis son prácticamente inalcanzables con una dieta normal.
Las necesidades de calcio de un perro adulto se establecen en torno a los 120mg/kg/día, y de un cachorro sobre los 320 mg/kg/día
La cantidad de fósforo va íntimamente ligada a la cantidad de calcio, en una relación estima de 1,2:1
Si tomamos un perro de 30 kg, por ejemplo, las necesidades diarias serían de 3,6 gr de calcio y de 2,88 de fosforo.
Si nos fijamos en la relación del calcio y del fósforo del hueso, esta no se corresponde con las pautas anteriores. Pero la naturaleza es sabia y las relaciones de calcio fósforo del resto de del animal: órganos, músculos, etc no siguen la misma relación, siendo más próximas y en algunos casos, incluso con más fósforo que calcio. Por lo tanto, unas zonas compensan con otras.
Además hay otro factor importante: la absorción.
El calcio está vinculado a la presencia de fósforo y de vitamina D. La falta o exceso de cualquiera de estos dos macrominerales puede afectar la absorción del otro. A su vez, la vitamina D también influye enormemente en la absorción de calcio. Importante tenerlo en cuenta para no producir fecalomas (heces duras) que puedan producir desgarros en el colon.
Por otra parte, hay más elementos que interfieren en la absorción del calcio que del fósforo, lo cual también ayuda a mantener esa relación de cantidades de uno y otro macromineral.
El baremo más extendido en cuanto a absorción de calcio está entre el 20% y el 30%, siendo el resto excretado. No obstante esto es en humanos, no he encontrado referencias en cuanto al perro.
Hay teorías de que en una toma solo se puede absorber cierta cantidad de calcio. Es decir, que hay un límite físico en cuanto a la cantidad de calcio que se puede absorber de una vez, lo cual explicaría esas deposiciones blancas y rocosas cuando les damos mucho hueso de una vez.
No obstante, las cantidades diarias recomendadas se dan obviando el porcentaje de absorción. Es decir, si es recomendable tomar un gramo de un mineral, solo nos tenemos que preocupar de ingerir un gramo de ese mineral, no de tener que hacer cábalas para asegurarnos un gramo de mineral asimilado.
Entonces, qué cantidad de huesos es necesaria?
Las pautas de BARF establecen una dieta basada en un 70% de huesos carnosos, sin especificar que porcentaje de carne sobre hueso. Lo más recurrido, por economía, son las carcasas de pollo.
El modelo de presa es más exacto e indica que solo un 15% de la dieta debería basarse en huesos, algo más en el caso de que sean de ave.
Pero hacer números en este caso no es complicado y sali gratis.
Si un 23% del hueso es calcio, quiere decir que de cada 100gr, 23gr es calcio.
Si necesitamos darle, por redondear, 4gr de calcio al perro solo hay que realizar una sencilla regla de tres:
23 --- 100
4 ------ X
X=(4/23)*100= 17,4gr de hueso
Habría que tener en consideración que no se absorbería todo por la relación calcio-fósforo, y que de tratarse de huesos de pollo en vez de un 23% habría que contar con un 13% de calcio, pero a modo orientativo y como ejercicio teórico creo que es perfectamente válido.
Mitos
Los huesos crudos no se astillan, solo los cocinados.
No obstante es recomendable suministrarlos con algo de carne alrededor para que creen una pasta machacada.
Peligros
Como esto está más que hablado en infinidad de sitios, copio y pego de la primera página que vi
Sí, hay problemas que pueden ocurrir con los huesos crudos, al igual que pueden ocurrir al alimentar con el extruido "más seguro" (torsión gástrica, asfixia, intestino invaginado, alimentos extruido aspirado que provoca neumonía, etc.).
Estos problemas ocurren usualmente en los perros de cierto tamaño que engullen su comida o que son alimentados con alas o cuellos de pollo (los primeros sospechosos cuando ocurren accidentes con la alimentación natural).
Si está preocupado por la asfixia, o porque los huesos se atasquen o que un diente se rompa, aquí tienes unos consejos a seguir:
-Suministra piezas de tamaño adecuado. ¡No alimentes a un perro del tamaño de un rottweiler con cuellos o alas de pollo! Alimentalo con todo un pollo. Piezas grandes obligan al perro a disminuir su velocidad y masticar. - También, no use huesos cortados, esto incluye huesos del cuello (cortados a nivel de vertebras individuales), huesos de la cola de ganado y huesos cortados del tarso y el carpo. Las partes pequeñas promuven que se engullan, por no mencionar que ¡son más afilados al ser cortados! Alimente con huesos grandes CARNOSOS que estén lo más intactos posibles.
- Alimenta con huesos carnosos crudos congelados o parcialmente congelados. El perro tendrá que trabajar mucho más y se verá obligado a hacerlo más lentamente.
- No des los huesos más grandes de los herbívoros de mayor tamaño. ¡Es bien sabido que astillan y rompen dientes! Esto incluye los siempre populares "huesos recreacionales" como el femur del ganado y los huesos para sopa. Son increiblemente densos y duros, pueden causar fracturas y dientes carniceros rotos. Evitalos si puedes y manten a tu mascota con huesos carnosos crudos que sean comestibles.
- Alimenta con huesos carnosos que estén envueltos y rodeados con suficiente carne. No alimentes sólo con huesos o con huesos que casi no tengan carne. Demasiado hueso puede causar estreñimiento, así que alimentar partes con mucho hueso como huesos del carpo y el tarso del ganado vacuno, alas de pollo e inclusive huesos de costilla puede dar como resultado heces duras como el "concreto". Si das una comida mayormente de huesos como huesos del cuello o de costilla, suplementala con mucha carne para compensar el alto contenido de huesos.
Bibliografía:
Ockerman and Hansen, 2000: http://books.google.es/books/about/Animal_By_product_Processing_Utilization.html?id=1uhZQK_5jeIC&redir_esc=y
Mech, L.D. 2003. Wolves: Behavior, Ecology, and Conservation.
Nutricionalmente hablando, los huesos de res o cerdo contienen 23 a 32% de calcio, 13 a 15% de fósforo, 6 a 8% de proteína y 7 a 10% de humedad. Pero no sólo eso, también son fuente sodio (5,5%), hierro (2,6%), magnesio (0,3%) zinc (0,1%) y algunos aminoácidos como la lisina y metionina
En los de pollo, cambian los porcentajes en cuanto a la cantidad de minerales sobre macronutrientes, puesto que son menos densos y por lo tanto contienen menos minerales a cambio de mucha más grasa y algo más de proteína, pero mantienen las relaciones de minerales.
Lo huesos son por lo tanto la mayor fuente de los dos micronutrientes con más peso en la dieta del perro: calcio y fósforo y una fuente alimenticia muy bien balanceada.
Son digeribles
Completamente. Al igual que el colágeno de las articulaciones.
Debido a la alta digestibilidad de la carne, las heces de un perro alimentado naturalmente son principalmente los subproductos del hueso digerido. Los perros y los gatos no necesitan la fibra de los granos y vegetales, y alimentarlos con estos alimentos solo tiene como resultado deposiciones grandes, suaves y malolientas de las que todos nos quejamos.
Otra cosa distinta es la asimilación de ciertos nutrientes, como el calcio, y las variables que repercuten en su asimilación, pero el hueso en sí es completamente digerible.
Neceidades de calcio y fósforo diario
Podría escribirse aparte sobre esto, pero considero que es un tema íntimamente ligado a la alimentación con huesos.
Consideraciones previas:
Lo primero, las cifras son recomendaciones de un aporte mínimo.
Acaso alguien se levanta por la mañana y lo primero que piensa es, ¿cuánto miligramos de calcio tomé ayer?
Nadie come exactamente 1150 mg de x nutriente al día todos los días, sino que realmente alguien preocupado por su alimentación intentará estar cerca de esa cantidad la mayoría de días, consumiendo por lo tanto un día 900mg, otro 1200, otro 1100 y otro 1300.
Y no obstante, hay que hacer hincapié nuevamente en que se trata de un mínimo diario, no de una cifra a alcanzar y no pasar bajo ningún concepto.
Por ejemplo, el mínimo de vitamina C diaria se establece en 90mg/día para una persona adulta. Pero no pasa absolutamente nada por consumir 500, 700 o 1000mg diarios de vitamina C. Más aun, en algunos periodos en recomendable.
Pues con el resto de micronutrientes, entre ellos el calcio, pasa exactamente lo mismo. Las cantidades de sobredosis son prácticamente inalcanzables con una dieta normal.
Las necesidades de calcio de un perro adulto se establecen en torno a los 120mg/kg/día, y de un cachorro sobre los 320 mg/kg/día
La cantidad de fósforo va íntimamente ligada a la cantidad de calcio, en una relación estima de 1,2:1
Si tomamos un perro de 30 kg, por ejemplo, las necesidades diarias serían de 3,6 gr de calcio y de 2,88 de fosforo.
Si nos fijamos en la relación del calcio y del fósforo del hueso, esta no se corresponde con las pautas anteriores. Pero la naturaleza es sabia y las relaciones de calcio fósforo del resto de del animal: órganos, músculos, etc no siguen la misma relación, siendo más próximas y en algunos casos, incluso con más fósforo que calcio. Por lo tanto, unas zonas compensan con otras.
Además hay otro factor importante: la absorción.
El calcio está vinculado a la presencia de fósforo y de vitamina D. La falta o exceso de cualquiera de estos dos macrominerales puede afectar la absorción del otro. A su vez, la vitamina D también influye enormemente en la absorción de calcio. Importante tenerlo en cuenta para no producir fecalomas (heces duras) que puedan producir desgarros en el colon.
Por otra parte, hay más elementos que interfieren en la absorción del calcio que del fósforo, lo cual también ayuda a mantener esa relación de cantidades de uno y otro macromineral.
El baremo más extendido en cuanto a absorción de calcio está entre el 20% y el 30%, siendo el resto excretado. No obstante esto es en humanos, no he encontrado referencias en cuanto al perro.
Hay teorías de que en una toma solo se puede absorber cierta cantidad de calcio. Es decir, que hay un límite físico en cuanto a la cantidad de calcio que se puede absorber de una vez, lo cual explicaría esas deposiciones blancas y rocosas cuando les damos mucho hueso de una vez.
No obstante, las cantidades diarias recomendadas se dan obviando el porcentaje de absorción. Es decir, si es recomendable tomar un gramo de un mineral, solo nos tenemos que preocupar de ingerir un gramo de ese mineral, no de tener que hacer cábalas para asegurarnos un gramo de mineral asimilado.
Entonces, qué cantidad de huesos es necesaria?
Las pautas de BARF establecen una dieta basada en un 70% de huesos carnosos, sin especificar que porcentaje de carne sobre hueso. Lo más recurrido, por economía, son las carcasas de pollo.
El modelo de presa es más exacto e indica que solo un 15% de la dieta debería basarse en huesos, algo más en el caso de que sean de ave.
Pero hacer números en este caso no es complicado y sali gratis.
Si un 23% del hueso es calcio, quiere decir que de cada 100gr, 23gr es calcio.
Si necesitamos darle, por redondear, 4gr de calcio al perro solo hay que realizar una sencilla regla de tres:
23 --- 100
4 ------ X
X=(4/23)*100= 17,4gr de hueso
Habría que tener en consideración que no se absorbería todo por la relación calcio-fósforo, y que de tratarse de huesos de pollo en vez de un 23% habría que contar con un 13% de calcio, pero a modo orientativo y como ejercicio teórico creo que es perfectamente válido.
Mitos
Los huesos crudos no se astillan, solo los cocinados.
No obstante es recomendable suministrarlos con algo de carne alrededor para que creen una pasta machacada.
Peligros
Como esto está más que hablado en infinidad de sitios, copio y pego de la primera página que vi
Sí, hay problemas que pueden ocurrir con los huesos crudos, al igual que pueden ocurrir al alimentar con el extruido "más seguro" (torsión gástrica, asfixia, intestino invaginado, alimentos extruido aspirado que provoca neumonía, etc.).
Estos problemas ocurren usualmente en los perros de cierto tamaño que engullen su comida o que son alimentados con alas o cuellos de pollo (los primeros sospechosos cuando ocurren accidentes con la alimentación natural).
Si está preocupado por la asfixia, o porque los huesos se atasquen o que un diente se rompa, aquí tienes unos consejos a seguir:
-Suministra piezas de tamaño adecuado. ¡No alimentes a un perro del tamaño de un rottweiler con cuellos o alas de pollo! Alimentalo con todo un pollo. Piezas grandes obligan al perro a disminuir su velocidad y masticar. - También, no use huesos cortados, esto incluye huesos del cuello (cortados a nivel de vertebras individuales), huesos de la cola de ganado y huesos cortados del tarso y el carpo. Las partes pequeñas promuven que se engullan, por no mencionar que ¡son más afilados al ser cortados! Alimente con huesos grandes CARNOSOS que estén lo más intactos posibles.
- Alimenta con huesos carnosos crudos congelados o parcialmente congelados. El perro tendrá que trabajar mucho más y se verá obligado a hacerlo más lentamente.
- No des los huesos más grandes de los herbívoros de mayor tamaño. ¡Es bien sabido que astillan y rompen dientes! Esto incluye los siempre populares "huesos recreacionales" como el femur del ganado y los huesos para sopa. Son increiblemente densos y duros, pueden causar fracturas y dientes carniceros rotos. Evitalos si puedes y manten a tu mascota con huesos carnosos crudos que sean comestibles.
- Alimenta con huesos carnosos que estén envueltos y rodeados con suficiente carne. No alimentes sólo con huesos o con huesos que casi no tengan carne. Demasiado hueso puede causar estreñimiento, así que alimentar partes con mucho hueso como huesos del carpo y el tarso del ganado vacuno, alas de pollo e inclusive huesos de costilla puede dar como resultado heces duras como el "concreto". Si das una comida mayormente de huesos como huesos del cuello o de costilla, suplementala con mucha carne para compensar el alto contenido de huesos.
Bibliografía:
Ockerman and Hansen, 2000: http://books.google.es/books/about/Animal_By_product_Processing_Utilization.html?id=1uhZQK_5jeIC&redir_esc=y
Mech, L.D. 2003. Wolves: Behavior, Ecology, and Conservation.
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