jueves, 24 de septiembre de 2015

tirar de la correa cambio arnés collar

http://www.gedva.es/perro-tira-la-correa-lo-puedes-solucionar/


Método con el que Si tu perro tira de la correa lo puedes solucionar, y lo mejor de todo, sin tirones de la correa y sin enfadarte con él. A continuación te voy a explicar el método que puedes aplicar sin peligro de estresar a tu perro o romper su equilibrio emocional.
Antes de leer cómo funciona el método y los pasos a seguir, por favor, leéte detenidamente el artículo Aprender a no tirar de la Correa, dónde se expone la base del método para cachorros que aún no tiran de la correa, que te servirá de apoyo para entender lo que te voy a ir explicando a continuación.
¡Gracias por leerlo!

Seguimos adelante con la explicación:

El concepto es el mismo, la diferencia principal radica en que nuestro perro ya ha aprendido a tirar de la correa y por lo tanto va a ser muy díficil poder andar ni un centímetro con él porque la correa estará tensa prácticamente el 100% del tiempo.
Además aplicar el método para cachorros en perros que ya tiran de la correa nos puede dar los siguientes problemas:
  • Al incorporar un cambio tan importante en los paseos es muy probable que el perro entre en unos altos niveles de frustración y por lo tanto se va a estresar mucho. Cambiar un hábito no es fácil, se necesita tiempo y paciencia. Además estos niveles altos de frustración y el estrés por no poder hacer lo que está acostumbrado va a hacer que se pueda concentrar menos, que le cueste más aprender y que al final se frustre más y más por lo que es posible que no acabe aprendiendo nada.
  • Para nosotros también va a suponer lo mismo, al ver que no avanza en su aprendizaje y que sus paseos se complican tanto, seguramente nos vamos a frustrar y a enfadar con el proceso y es muy probable que lo abandonemos por no obtener resultados.
Por estos motivos no es recomendable utilizar el sistema para cachorros directamente en perros que ya han aprendido a tirar de la correa.
Vamos a ver que tenemos que hacer para adaptar el método, para simplificar el proceso de aprendizaje y poder ir haciendo un avance progresivo que es lo que nos dará los mejores resultados.

Puntos Básicos del método:

Punto 1

Como se explica en el capítulo para cachorros, lo primero es que aprendas tu a sentir la tensión de la correa hasta que puedas casi hacerlo sin estar pendiente de ella.

Punto 2

No aplicaremos el método en los paseos habituales del perro hasta haber acabado el proceso de aprendizaje por completo.

Punto 3

Haremos sesiones cortas a diario e iremos alargando el tiempo progresivamente adaptandonos al ritmo de nuestro perro. Por ejemplo, empezando por 5 minutos al día, al día siguiente 6 minutos, al día siguiente 7 minutos, hasta llegar a los 30 minutos por sesión.
Eso si, si tienes la oportunidad, puedes practicarlo varias veces al día siempre respetando el intervalo de tiempo en el que te encuentres. Por ejemplo 5 minutos por la mañana y otros 5 minutos por la tarde.

Punto 4

El lugar dónde hagamos las sesiones es importante. Para empezar debemos buscar un lugar con el mínimo de distracciones posible (ruidos, otros perros, personas, olores interesantes…) Cuantas menos distracciones más se podrá concentrar tu perro en aprender y menos veces tensará la correa, por lo que así evitaremos el estrés y la frustración.

Punto 5

Utilizaremos un collar o arnés diferente al que usaremos en los paseos habituales. Esto es muy importante y nos va además a asegurar que el trabajo realizado no se estropee por los motivos que te contaré más adelante.
*Si normalmente tu perro usa un Collar en los paseos, para el entrenamiento usaremos un Arnés.
*Si normalmente tu perro usa un Arnés en los paseos, para el entrenamiento usaremos un Collar.
Además es bueno que a partir de ahora uses los dos a la vez y así cambiar la correa de uno a otro con facilidad cuando lo necesites.
Lo importante es que recuerdes muy bien que uno le dirá al perro que “SI puede tirar de la correa” y el otro le dirá al perro que “NO puede tirar de la correa
De esta forma cuando llegues al lugar de la clase simplemente cambia la correa del collar al arnés, o del arnés al collar, para indicarle al perro que la clase empieza.
Lógicamente no hay que utilizar ningún tipo de collar o arnés que pueda causar molestias o dolor al perro. Usaremos collares o arneses fijos (que no estrangulen) y que no tengan púas etc…
El entrenamiento con collar y arnés va a facilitar mucho el entendimiento y el aprendizaje del perro, porque notará muy claramente la diferencia de una situación a otra.
Además, en el caso que otra persona que no sabe realizar el método tenga que pasear al perro, podemos evitar que se estropee el trabajo solo con ponerle el collar o el arnés con el que “SI puede tirar“. No es recomedable ponerle el de “NO tirar” a no ser que la persona que pasee al perro sea muy consciente del método y lo aplique una vez el perro ya lo haya aprendido perfectamente.

Punto 6

La correa es bueno que sea larga (1’5 m a 2 m) para nosotros regular la distancia dependiendo del entorno y dando más facilidad al perro a andar con la correa destensada.
Los “flexis” o correas extensibles no son efectivos para este método, porque siempre mantienen tensión en la correa.

Pasamos ahora a explicar el método:

Perro con Arnés y Collar
Pasadena Off-Leash Dog Park by Channone Arif [CC BY 2.0]
Ya lo tenemos todo preparado: ya hemos practicado unos días con un familiar, tenemos su correa, su arnés y su collar.
  1. Salimos de casa con nuestro perro, llevando un arnés y un collar y una correa de unos dos metros atada en su collar/arnés de “SI TIRAR” y nos disponemos a realizar su paseo.
  2. Nos dirijimos a su lugar de entrenamiento, mientras llegamos, le permitimos oler a su antojo y hacer sus necesidades para que pueda estar más concentrado en su clase.
  3. Llegamos al lugar del entrenamiento.
  4. Es importante hacer las clases lo más tranquilas posibles. Es bueno que te concentres en tu respiración para relajarte y que le hables lo mínimo durante la sesión.
  5. Tranquilamente cambiamos su correa al collar/arnés de “NO TIRAR” y ahora sí seguimos el método que has leído en el articulo para cachorros. Puedes repasarlo AQUI
  6. Deja la correa floja y si notas tensión “No Camines
  7. Espera hasta que no haya tensión para volver a caminar.
  8. Es bueno que al caminar sigas una linea recta imaginaria, porque si no muchas veces lo que acabamos haciendo es seguir al perro para que la correa no se tense :) Si la correa no se tensa de vez en cuando no va a aprender, así que hay que permitir que suceda.
  9. Camina con una velocidad normal, no al ritmo que marque el perro, si no a tu ritmo. Si ves que va más rápido y la correa se va a tensar, no pasa nada, sigue a tu ritmo hasta que se tense, y cuando esto ocurra simplemente para hasta que se destense de nuevo.
  10. Si llegas al final de la linea imaginaria, da la vuelta y vuelve a caminar por ella en sentido contrario.
  11. Sigue así hasta que pasen los 5 minutos de la primera clase.
  12. Una vez acabada su clase, cambia su correa al arnés/collar de “collar/arnés de “SI TIRAR” y sigue con su paseo normal, como siempre.
  13. Al día siguiente sigue el mismo proceso y alarga el tiempo adecuado.
  14. Si lo notas ansioso o nervioso no alargues el tiempo de la siguiente clase, continua con el mismo intervalo de tiempo hasta que lo notes tranquilo y relajado mientras aprende.
  15. Una vez puedas caminar 30 minutos y el perro camine la mayoría del tiempo sin tirar de la correa y sobretodo de forma tranquila y relajada podemos pasar al siguiente paso.

Siguente paso:

Vamos a introducir los entrenamientos dentro del paseo de forma gradual.
En los paseos siempre hay momentos y zonas en las que el perro puede estar más nervioso y más tranquilo. Se trata de que hagas un esquema de estas zonas y momentos (normalmente son los momentos de su paseo habitual en los cuales no es normal que tire, o tira muy poco)
  1. Pon estos momentos por orden desde los momentos más tranquilos a los momentos en los que puede estar más ansioso.
  2. Empezando por el momento más tranquilo del paseo: Por ejemplo si en tu perro son los 5 minutos antes de llegar a casa o el ratito que paseáis por una zona muy tranquila.
  3. En este periodo cambiaremos el collar/arnés de “NO TIRAR” y será su clase de hoy.
  4. Si ves que lo entiende, se mantiene tranquilo y va evitando tirar de la correa, perfecto. Esta parte del paseo ya es sin tirar
  5. Mantén unos días la clase en este periodo del paseo. Si en este periodo aparece algo que le puede llamar mucho la atención (un perro, alguien de la familia…) cambia rápidamente al collar/arnés de “SI TIRAR” porque aún no está preparado para concentrarse en estas situaciones.
  6. Si todo va bien, puedes ir ampliando de forma lenta y progresiva cada vez a momentos un poquito más complicados del paseo.
  7. Que el proceso sea progresivo y lento es la clave para que todo el trabajo funcione ¡Ten paciencia y dará sus frutos!
  8. Deja los momentos de más nerviosismo y tensión para cuando ya sepa muy muy bien todo el trabajo de la mayoría del paseo (por ejemplo, al salir de casa, al llegar al parque y ver a sus amigos) Tiene que ser un experto en no tirar para poder concentrarse en estas situaciones, así que mejor avanzar poquito a poco.
  9. Recuerda releer todo el artículo del cachorro porque allí también hay puntos importantes que debes aplicar sobretodo durante los momentos que está con sucollar/arnés de “NO TIRAR”: respetar nosotros la tensión, qué hacer si no quiere caminar, etc…
  10. En situaciones en que por necesidad la correa deba tensarse siempre tendremos la salida del collar/arnés de “SI TIRAR” y esto protegerá siempre nuestro trabajo y dedicación. Si estando con su collar/arnés de “NO TIRAR” alguna vez caminamos cuando lo tensa lo vamos a confundir mucho y puede desaprender lo aprendido.
Como siempre si tienes dudas o comentarios sobre el método para perros que tiran de la correa, puedes utilizar la sección de comentarios que tienes a continuación.
Seguro que con tu esfuerzo y dedicación a partir de ahora los paseos serán más agradables para ti y tu amigo. Si necesitas ayuda contacta con un educador canino profesional que te pueda ayudar directamente en el proceso.

lunes, 14 de septiembre de 2015

agresividad por la comida

AGRESIVIDAD POR LA COMIDA


1.- Durante varias semanas, que el perro sea alimentado a mano. Esto refuerza la idea de que los seres humanos son "donadores de alimentos", y no "ladrones de alimentos."

2.- Una vez que el perro está completamente cómodo comiendo de la mano, agregar el bol de la comida a la ecuación. Que no pongan ningún alimento en el; simplemente dejarlo cerca vacío.

3.- Gradualmente, el recipiente debe ser movido más cerca y más cerca durante la alimentación con la mano. Al final, debe colocarse sobre el cuenco vacío la mano mientras le van ofreciendo cada bocado de comida con la otra mano, y luego con la misma mano hacer las dos cosas, jugando con el tiempo en que permanece la mano en el comedero.

4.- Una vez que el perro está cómodo con esta mano en el comedero, se va colocando en el bol cada bocado, mientras que se sienta al lado. Poco a poco, reducir el número de veces que la comida se coloca en el bol, mientras que aumenta la cantidad de la misma. Hasta que finalmente, el perro come toda su comida en el bol. Para lo cual seguiría con las ideas  de pedirle que haga algo antes de comer y meter alguna orden (a comer,...) y/o gesto que le indique que puede comer tranquilamente sin ser molestado (es algo natural en un perro y algo de lo primero que aprenden de sus madres, el que no se molesta a otro perro mientras come, ni se le quita nada directamente; un perro bien socializado, si quiere algo de otro perro usa otros subterfugios  Very Happy , como rascar el suelo, o invitar a seguirla, al juego, como hace Sal. Tampoco encuentro ninguna razón para hacerlo). Si en algún momento vuelve el gruñido habría que volver al paso o la distancia anterior, aunque siempre es mejor estar atento a sus señales y prevenirlo actuando antes.

En principio,yo haría este entrenamiento en un entorno diferente al que se han producido las agresiones e incluso cambiaría de comedero. Y desde luego, El mayor error que puede hacer es llevarse cuenco de comida del perro cuando él está actuando agresivamente. Esto sólo reafirma su temor de perder su comida, y sólo empeora y refuerza el problema de la agresión por alimentos. De todas formas, como también habéis señalado lo ideal es contar con la ayuda de un profesional, porque esto no es más que una "receta" y las recetas para todos no suelen funcionar

evitar que mendigue comida

EVITAR QUE MENDIGUEN COMIDA
Como ya hemos explicado previamente lo ideal sería dejar de reforzar el comportamiento pero además vamos a añadir la enseñanza del “comportamiento alternativo incompatible”, una de las técnicas más sencillas y seguras.
A tu sitio
Para enseñarle esta orden necesitamos una alfombra, manta o cama, unos cuantos trozos de comida y como siempre, dedicación y paciencia.
Comenzaremos practicando SIN comida en la mesa. De hecho, comenzaremos practicando simplemente con la mantita, en un lugar sin distracciones.
Utilizaremos la técnica de señuelo refuerzo.
• Con un trozo de comida en la mano, le guiaremos (poniendo la comida cerca de su hocico) acompañándole hasta la mantita. 

• Cuando sus cuatro patas estén dentro de la manta, le diremos “MUY BIEN” y le daremos el trozo de comida.

• Repetiremos el proceso unas cuantas veces, guiándole con comida hasta que realice el ejercicio con fluidez.

• Le diremos: A TU SITIO, y le guiaremos con comida hasta la mantita (tal y como hacíamos anteriormente). Premiaremos cuando las cuatro patas estén dentro de la manta. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• SIN comida en la mano, le diremos A TU SITIO y le guiaremos acompañándole hasta la mantita hacia el lugar adecuado. Premiaremos con la voz y con comida. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• Si hemos seguido los pasos del ejercicio y practicado varias veces durante varios días es muy probable que a estas alturas el perro vaya entendiendo el comando.

• Le decimos A TU SITIO y señalamos su mantita (intentamos evitar la ayuda de acompañarle). Espera a que el perro llegue a su sitio, dile MUY BIEN cuando tenga las cuatro patas en la manta y dale el trozo de comida. Repetir hasta que lo haga con fluidez.

• Aumentaremos la dificultad del ejercicio esperando a que se tumbe al llegar a la matita (es muy sencillo, no hace falta que se lo pidas, es muy probable que lo realice por si mismo… si fuera necesario ayúdale guiándole con la comida a la posición de tumbado). A partir de ahora solo recibirá el premio si se tumba al llegar a su sitio.

• Cuando hayas conseguido que vaya a su sitio cuando se lo pidas podremos comenzar a enseñarle a que permanezca en su sitio quieto hasta que se le digamos.

• Pídele A TU SITIO y cuando esté tumbado en su mantita acércate y retrasa el momento de darle la comida cuatro o cinco segundos. Estamos iniciando el QUIETO. Si permanece tumbado, dile MUY BIEN y dale el trozo de comida.

• Asegúrate de que tu perro está quieto y tranquilo en esta posición. Repite el ejercicio.

• Pídele A TU SITIO, y cuando esté tumbado en su mantita pon la palma de tu mano frente su hocico. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos, simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarlo (¡ALE!, ¡BIEN!).

• Repite este proceso varias veces hasta que tu perro tenga una respuesta fiable en el ejercicio. 

• Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.

• Cuando tu perro entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si tu perro se queda quieto con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡ALE! 

• Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debemos volver pronto al perro para felicitarle y premiarle.

• Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.

Es muy importante que ayudes a tu perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio. Si tu perro no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que el perro tome el ejercicio como una experiencia positiva.

Cuando tu perro haya aprendido a ir a su sitio y permanecer tumbado y quieto cuando tú se lo pides podrás comenzar a practicar en “situaciones reales”. Prepara la mesa, ponte un plato de comida y di “A TU SITIO”… es muy probable que tengas que ayudarle unas cuantas veces y guiarle con comida hacia su mantita pero con unas cuantas repeticiones seguro que consigues el objetivo.
Levántate a premiarle en su sitio cada pocos segundos, ve aumentando el tiempo que debe permanecer quieto paulatinamente.
Aumenta las dificultades invitando a la familia a realizar el ejercicio contigo y en poco tiempo podrás pedirle a tu perro que se vaya a su sitio y os deje comer tranquilos mientras el permanece tumbado y quieto entreteniéndose con un hueso o con su juguete tipo Kong (premios y refuerzos por realizar el ejercicios correctamente).

Aunque este ejercicio parece largo y complicado la experiencia nos demuestra que hay perros que lo “entienden” rápidamente y en una sola sesión.
Por supuesto mientras le estás enseñando este “comportamiento alternativo incompatible” a la hora de comer tienes que evitar que siga “pidiendo” en la mesa, te aconsejamos que le mantengas en otra habitación, le pongas su ración de comida para entretenerle, le des su juguete interactivo favorito, un hueso o su Kong relleno de comida y/o por lo menos NO REFUERCES este comportamiento. Recuerda: NADA DE COMIDA EN LA MESA, todos tenéis que cumplir este propósito, habla con la familia y los invitados en las comidas, inclúyeles en el proceso de enseñanza de vuestro perro
fuente

La llegada del cachorro a casa

LA LLEGADA DEL CACHORRO A CASA
CONSIDERACIONES PREVIAS:

Si queremos un cachorro deberíamos saber que educar a un perro significa:

- Responsabilidad por nuestra parte, para aprender lo que es y que necesidades tiene nuestro perro, adaptándonos a él, su ritmo de aprendizaje, su comunicación, su edad, sus capacidades y motivaciones y a las características propias de la raza para desarrollar al máximo sus capacidades y al mismo tiempo cubrir sus necesidades. 

- Respetar/comprender, ayudándole a pensar por sí mismo (nada difícil en un Shiba inu) y a enfrentarse correctamente a las situaciones del entorno.

- Educarle por medio de la recompensa, que puede ser comida, pero también caricias, juegos, atención, otros perros, olores… reforzándole cuando hace los comportamientos, que deseamos que sucedan cuando sea adulto, de manera voluntaria y sin introducir ordenes, por ejemplo, acercarse a nosotros, simplemente para que asocie el acercarse o estar junto a nosotros con algo positivo (en algunas ocasiones podemos provocar esas situaciones, por ejemplo, al darles de comer esperar a que se siente para darle la comida, porque queremos que en un futuro se siente cuando se lo pedimos y lo asocie a que después vendrá la comida o, porque queremos que esté sentado esperando hasta que le pongamos su bol). E ignorando aquellos comportamientos que no nos resultan deseables. Podemos resumirlo en tres puntos:

- Reforzar los comportamientos que deseemos. 
- Ignorar aquellos comportamientos no deseados.
- Reconducir/redirigir hacía otros comportamientos los comportamientos no deseados que no puedan ser ignorados.

- Tener siempre presente que un perro nunca hará nada para fastidiarnos. Si actúa así es porque no sabe actuar de otra manera o no se le ha enseñado adecuadamente.

- Tener en cuenta que el aprendizaje y la conducta de los animales son procesos más complejos y sociales de lo que creíamos; las relaciones afectivas de los animales, sus emociones durante el aprendizaje y sus capacidades cognitivas son elementos hasta hace poco desconocidos y muy importantes en la educación de nuestro cachorro.

Por todo ello, deberemos la llegada del nuevo miembro de la familia; qué lugar de la casa vamos a habilitar para que se encuentre tranquilo y pueda jugar de forma segura, sin nada que pueda lastimarle o pueda romper en sus investigaciones, evitando de esta manera tener que regañarle o emplear el “no” (si alguna vez lo vamos a emplear sería necesario primero enseñarles que significa para luego redirigir la conducta no deseada); previendo esto conseguiremos que él pueda comportarse como un cachorro, aumentando su autoconfianza y su unión con nosotros al poder ignorar y no tener que castigar/reprimir conductas que no nos interesan, reforzando las que nos interesen para el resto de su vida.

ETAPAS DEL DESARROLLO DE UN PERRO

Si consultamos la bibliografía veremos que cada autor plantea sus propias fases de desarrollo, pero a nivel general, podríamos seguir el siguiente esquema:

1. Neonatal (De 0 a 4 semanas).
2. Cachorro (De 4 a 16 semanas)
3. Adolescente (De 16 semanas hasta los 2 años).
4. Adulto (2/3 años).
5. Vejez (8/9 años)

Nosotros vamos a centrarnos en la de cachorro:

-Si en esta etapa del desarrollo de un cachorro lo pasan junto a la madre y hermanos, aprende: 
* Como tienen que jugar;
* el control de la mordida;
* a estar solos;
* a comunicarse con sus congéneres.

Estos puntos son unos ejemplos de los muchos que hay, los cuales, si no se los enseñan la madre al cachorro, a la larga pueden dar lugar a problemas de comportamientos. Hay que tener en cuenta que ningún humano podrá enseñarle mejor a un cachorro, por ello; un cachorro que ha estado hasta los 3 meses con su madre, es como “si hubiese salido de la universidad”. Aunque nosotros también tenemos que hacer un gran trabajo, tenemos que seguir educándolo y socializando tengan la edad que tengan.

-Si traemos a un cachorro a casa y a la vez tenemos a un perro adulto, y no podemos estar presentes para gestionar sus interacciones, es recomendable separarlos durante un periodo de tiempo; eso no quiere decir que estén aislados, sino que el adulto pueda disponer de un espacio propio al que el cachorro no pueda acceder. ¿Por qué? Pues bien… un cachorro quiere jugar, quiere morder, quiere saltar, no para. Mientras que un adulto es todo lo contrario, por ello el adulto debe tener su espacio para que no se vuelva loco y no cometa el error que sucede normalmente:

El perro adulto se enfada, está agobiado y muestra sus dientes hacia el cachorro dándole inconscientemente una mala asociación al cachorro. El cachorro lo vería de esta forma…

“Me acerco al perro grande = Perro grande me gruñe ¡Que miedo!”

¿Qué conseguimos con todo esto?

Pues bien, conseguimos que el perro ya tenga una mala asociación hacia los perros desde una temprana edad. Es decir, en general, al entregárnoslos a partir de los 2 meses, primero lo quitamos de su madre en una de las etapas cruciales para él (Eliminando todo tipo de aprendizaje que su madre le puede dar durante todo ese periodo) y además lo juntamos con nuestro perro adulto de casa que no quiere que lo molesten y que le causa al cachorro una mala asociación hacia los perros.

Profesionales de mundo de la Educación canina recomiendan tener a un cachorro desde los 3 meses de edad en adelante, ya que a esa edad su madre le ha podido enseñar todo lo necesario para su vida. 

Este es la fase de la Socialización; el periodo de desarrollo más importante de los perros. Una socialización insuficiente puede, crear miedos, fobias y ansiedad. En especial si el cachorro no ha sido socializado lo suficiente con humanos, es posible que sea difícil de educar, que tenga una reacción más agresiva hacia niños y adultos.

Este periodo crucial se extiende de los 21 días hasta las 20 semanas, el periodo más crítico para socializar con humanos es de 5 a 12-14 semanas. En este mismo sentido es muy importante el período de la impronta, mas o menos de la 3ª semana hasta que aparece la respuesta de miedo, mas o menos en la 8ª semana. En este breve espacio de tiempo aprende a qué especie pertenece y a relacionarse con otras (personas, gatos,...) y en el futuro se fiará de todo lo que experimente durante estas 5 semanas. En esta fase no se asusta de nada y se recupera rápidamente de experiencias negativas. Acabada esta fase su mente comienza a cerrarse, lo desconocido empieza a producirle cada vez más miedo porque cree que son peligros o reacciona de una manera no adecuada por no haberlo conocido en esa etapa.

Es en el tiempo de socialización que tenemos que habituar aun cachorro a muchas cosas, ya que en este periodo el perro aprende. Pero como es imposible que podamos habituarles a todo, es importante que tengamos en cuenta unas fases críticas para que al menos no reaccione con miedo ante nuevas situaciones:

- 8ª semana: No deberíamos adquirir un cachorro en esta edad por lo que le supondría el cambio en ese momento al estar tan vulnerable. 

- 4º mes y medio: Relacionado con cambios hormonales. Nada de ir de vacaciones, clases para cachorros,… 

- 9º mes; no sacarles de su entorno y que este sea lo mas tranquilo posible.

- 13/14 meses, sobre todo en machos, debido también a cambios hormonales.

Por otro lado, también tendremos en cuenta que:

- Durante las primeras 2 semanas de vida junto a nosotros va a ser muy importante que expongamos muy poco a poco a los nuevos estímulos al cachorro.

- De los 4 a los 8 meses va a haber un período de "rebeldía adolescente", en el que el cachorro "prueba sus alas" y parece que ha olvidado todo lo aprendido. Puede durar desde unos pocos días a varias semanas y puede ocurrir en cualquier momento durante este período. Además se une al crecimiento de los dientes de adulto, por lo que se sentirá incómodo (unos huesos con el tamaño apropiado para que no se ahogue o juguetes que se rellenan de comida tipo "kong" pueden ser muy útiles).

EL PASEO:

Como decíamos deberemos de ir acostumbrando poco a poco a nuestro cachorro a su nuevo entorno. Debemos pensar que, en general, va a pasar de un entorno rural a uno urbano, por lo que todo va ser novedoso para él, suponiéndole un gran desgaste a nivel psicológico. No es extraño oír como muchos dueños se quejan de que sus cachorros se quedan sentados sin querer moverse. Eso es algo lógico ya que estamos sobrestimulandoles y se bloquean. Debemos comprender y actuar en consecuencia dando por terminado el paseo.

Algunos profesionales con tanto renombre como Turid Ruugas recomiendan paseos de 5min a partir del tercer mes y de 5 en 5 cada mes hasta llegar a los 30min a los 7.

Tanto ahora como cuando son adultos, mas que en el tiempo de paseo, debemos pensar en la calidad del mismo. El paseo debe tener como objetivo el satisfacer las necesidades de nuestros peludos y no las nuestras, y entre ellas tener muy presente la de oler; no olvidemos que esté es el sentido mas importante. El paseo debe ser un tiempo para ellos, sin prisas, ni correcciones o llamadas de atención constantes,… estando atento en esta primera etapa de su vida a no inundarles con estímulos. Darles este tiempo para ellos, para ser perros, va a servir para que nuestro vínculo con nosotros sea mucho mayor.

Antes de comenzar los paseos, y ya que estamos obligados por Ley a pasear a nuestros perros con correa, deberemos acostumbrar al cachorro al tipo de herramienta que vayamos a emplear: Collar o arnés. Personalmente soy mas partidario del arnés. Esa habituación deberá comenzar en casa y muy poco a poco. Primero simplemente presentándosela unos segundos y asociándola a algo positivo como un trocito de comida o dándole unas caricias con el propio arnés, siempre con tranquilidad ya que no queremos tampoco que lo asocie a estar nervioso. Mas adelante, se lo colocaremos y quitaremos sin mas, y poco a poco iremos aumentando el tiempo en que la mantiene puesta, Cuando veamos que le resulta cómoda añadiremos la correa . Para ello podemos seguir un proceso similar: Primero sólo enganchar y soltar, luego dejarla puesta pero sin nosotros cogerla y finalmente cogerla y dejar que vayan donde quieran. Siempre deberemos hacerlo cuando el cachorro esté calmado. Esto último sirve para cualquier aprendizaje y a cualquier edad, lo primero es que el perro se encuentre relajado pero no cansado; estando nervioso, o cualquier otra emoción este interfiriendo (miedo, ansiedad,…) es difícil que pueda aprender algo, e igual sucede si está cansado.

Una de las pocas normas y claras normas que debemos establecer en esta etapa, y que son las que van a ser siempre las mismas a lo largo de su vida (cada dueño establecerá cuales son esas normas, para algunos puede estar bien que se suba al sofá o a la cama y para otros no, a algunos no les importara tenerlos mirando a sus pies mientras comen,… lo único que debemos tener claro es ser consecuentes con ellas; lo que le permitamos a un cachorro se lo tendremos que permitir a un perro adulto), es la de no tirar de la correa en los paseos, sin que ello signifique que no le permitamos pararse a oler o investigar aquello que le interese, es mas participar y en cierta medida animarle a ello, nos hará subir muchos puntos en como nos ve. Intentando siempre que lo haga de la forma más tranquila posible.

Para ello podemos ir enseñándoselo de 3 maneras, utilizando una correa larga, lo cual no significa que siempre estén en su máxima extensión (por ejemplo en una callle estrecha):

- Reforzarle cuando lo hace por si mismo (sin introducir ordenes).

- Enseñándole, a través de un chasquido con la boca o lo que mas nos apetezca y sólo usemos para esto; para que nos preste 
atención. Eso se enseña primero sin decir nada junto a él y dándole trocitos muy pequeños de comida, luego hacemos el chasquido 
cuando empieza a acercarse a la comida, mas adelante damos el chasquido y luego la comida, para después dar el chasquido cuando 
este un poco distanciado. Siempre en sesiones muy muy cortas y que le dejen con ganas de mas. Esto nos va a servir para no tener que 
dar tirones de correa o llamar su atención en momentos puntuales. 


- Comportarnos como un árbol. Dejar que tiren hasta que ellos mismos destensen la correa y cambiar de dirección. Para no estar mucho 
tiempo esperando podemos usar el chasquido o simplemente con una inclinación invitándoles a venir (como una reverencia), sin utilizar 
ordenes.

Otra cosa que debemos intentar es que en esos paseos mas que con otros cachorros, interactué con adultos equilibrados que le enseñen a cómo debe comportarse con otros perros.

Este es un buen ejemplo de como importa mas la calidad que la cantidad y la ausencia de tirones de correa, además de una buena socialización:



LAS PRIMERAS NOCHES:

Debemos tener siempre presente que lo que necesita cualquier perro y sobre todo un cachorro recién llegado, es sentirse escuchado/comprendido. En este sentido, muchas veces recomiendan que ignoremos sus gemidos nocturnos. Pensamos que esto es un error que hace aumentar su nerviosismo, frustración y su sentimiento de desamparo, por lo que empezara a gemir con mas fuerza, ladrar, aullar,… Estos gemidos tienen una razón de ser: La ansiedad y miedo producto del cambio a un entorno totalmente nuevo y a la separación de lo que hasta entonces ha sido su familia; del sentirse sólo- Ignorandolos, problabemente esos lloros desaparezcan, pero habremos desaprovechado la primera oportunidad para mostrarles que somos capaces de comprenderle y de ayudarle a superar cualquier situación; en vez de convertirnos desde un principio en su referencia, en establecer un vínculo con él; en que confié en nosotros y empezar a establecer una buena comunicación; estaremos logrando todo lo contrario. Por experiencia propia, sé que un cachorro que ha dormido junto a una persona y ha sido atendido por ella las primeras noches, jamás la olvida.

Desde está perspectiva, pensamos que lo mejor es dormir junto a nuestro peludo durante las primeras noches, bien sea en una camita junta a la nuestra, en el lugar que le hayamos preparado para ello o si no lo hacemos así, deberemos atender sus gemidos nada mas producirse y no a que debido a la repetición el pase a ladrar, aullar,… y acabe con nuestra paciencia y acabemos yendo. Entonces si que puede convertirse un problema. De momento, es su única manera de comunicarse y con que note nuestra mano será suficiente para que comprenda que funciona y se vaya tranquilizando.

Algo tan aparentemente lógico como el dejarles una manta con el olor de su madre y hermanos, puede llegar a resultarles muy frustrante, ya que los huele pero sin embargo no están allí. 

Pasados 2 ó 3 días el cachorro se ira acostumbrando a su nuevo entorno y buscara el lugar que mas le guste para dormir o en el que coloquemos su cama, ya sabiendo que no está sólo. Por lo que podremos empezar a ignorar esos gemidos porque ambos aprenderemos a comunicarnos de otras formas, sobre todo no verbales: Gestos, miradas,…

HACERLO FUERA:

Debemos pensar que el primer interesado en no hacer sus necesidades en casa son ellos mismos, pero hasta mas o menos los 6 meses de edad no son capaces de controlar ni su vejiga ni sus esfinteres. Por lo que no podemos exigir aquello que no son capaces por una pura cuestión fisiológica. Un cachorros con 8 semanas necesita evacuar su vejiga cada 2 horas. Como vemos un cachorro nos va a requerir mucho tiempo, y en este contexto el castigo no tiene razón de ser y sólo conseguirá, además de que no entienda nada, que se esconda o lo haga cuando no estemos presentes, dificultando y retrasando este aprendizaje.

Por regla general, lo harán al despertar de sus múltiples siestas, después de comer, beber, cualquier momento de excitación y de jugar, y esos serán los momentos que aprovechemos para sacarlo a la calle. Algunos cachorros, debido a lo que comentábamos sobre el exceso de estímulos y falta de habituación, prefieren estas primeras veces hacerlo en casa, y muchos dueños se quejan de que lo hacen justo al llegar al portal o a casa. Eso es muy fácil evitar si después de unos minutos de estar en la calle nos volvemos a dirigir hacía casa y al llegar al portal damos la vuelta. Cuando lo haga lo reforzaremos verbalmente, con caricias, juego, alguna golosina, pero sin pasarnos. Orinar o defecar es algo natural así que tampoco queremos que piense que con ello puede conseguir otras cosas, aparte del propio refuerzo de hacerlo. Por otro lado, si vemos que se encuentra a gusto, seguiremos por unos minutos el paseo para que no relacione que al hacerlo se acaba el paseo.

Pero, qué pasa si no somos capaces de actuar a tiempo y lo hace en casa? Debemos ignorararlo, incluso, si es posible, no lo limpiaremos en su presencia. Cualquier comportamiento no reforzado tiende a desaparecer y si le chillamos o castigamos, además de lo dicho anteriormente, puede pensar que haciéndolo puede llegar a llamarnos la atención, que le castigamos por el hecho de hacerlo y no por “donde” lo hace, tomarlo como un juego,…

Muchas personas no tienen la opción de dejar acompañado a su cachorro (es muy importante la planificación y durante las primeras semanas deberíamos evitar que esto ocurriese) y sus horarios laborales durante esos meses no le permiten estar con él a las horas “punta”, o por tema vacunas no pueden sacarlo a la calle. En este sentido, podemos acompañar o sustituir la calle usando unos empapadores o periódicos con unas gotitas de su orina, sabiendo además que procuraran no hacerlo cerca de donde comen, beben o duermen. Al principio, cubriremos una superficie amplia con ellos y poco a poco la iremos reduciendo y acercándola a la puerta de la calle, jardín o terraza.

APRENDER A ESTAR SOLOS:

Este aprendizaje lo comienza la madre, antes que nosotros, por lo que sólo debemos seguirlo, teniendo en cuenta de que se trata de un cachorro y es normal que no deba permanecer por largos períodos de tiempo. Una vez mas vemos la importancia de planificar muy bien la llegada del nuevo miembro de la familia. Lo iremos practicando sin salir de casa dejándole en una habitación y muy poco a poco aumentando los tiempos, intentando siempre no excedernos en ellos. Mas tarde haremos lo mismo con la puerta de la calle, luego aumentaremos un poco mas el tiempo yendo a la tienda de la esquina,… Pero siempre poco a poco y sin hacer grandes aspavientos, ni actuando con rapidez.
En caso de necesidad de ausentarnos mucho tiempo, podemos dejarles con algún juguete cerca de la puerta, los “tipo Kong”, son muy útiles ya que además de entretenerles sirven para que tengan una dentadura “blanda”, aprendan la fuerza de su mordida. Y no dejaremos nada a su alcance que pueda ser un peligro o no queramos que destruyan. Podemos esconder trozos de comida para que la busquen,… Siempre sabiendo que no podremos enfadarnos mas que con nosotros mismos si ha ocurrido algún percance. 

Esto último sirve para toda la vida de nuestro perro. Aunque, al igual que hay cachorros que nacen con malformaciones, cabe esperar que también a nivel mental se den, en general, cualquier mal comportamiento es siempre debido a un error nuestro, presente o pasado, sobre todo en esta etapa de su desarrollo. Por suerte ellos son de otra pasta, son muy moldeables y siempre están dispuestos a olvidarlos, pero no les exijamos siempre tanto. Una de las cosas que mas estrecha la relación con ellos son los momentos de tranquilidad, el mero hecho de estar juntos sin hacer nada. Disfrutemos de lo que son, perros, y no intentemos cambiarlos. 

LA LLAMADA:

La llamada, así como su nombre, siempre lo debemos asociar a algo positivo e intentar no estar empleándola continuamente. Además, en el caso de los shibas, nos vemos muy influenciados por lo que leemos sobre su dificultad en acudir a la llamada o en ir sin la correa, y solemos darnos por vencidos ante alguna de sus escapadas o actuamos con miedo o sin demasiada confianza, transmitiéndoselo o ejerciendo un continuo control por el que invertimos los papeles, siendo nosotros quienes estemos pendientes de ellos y les llamemos a la mínima señal de que podemos perder el “control” reforzando sin querer que no necesiten estar pendientes de nosotros. Al final, seguramente aún estamos cambiando el “chip” de “adiestrar”, simplificando, que nos obedezcan a determinadas ordenes, al de “educar” en que el perro aprende a decidir sin necesidad de ordenes aquello que es lo mas apropiado en cada momento. Debiendo ser el hecho de comportarse como perros: Oler, correr, investigar, jugar, conocer otros perros, dormir, descansar… la mayoría de esos momentos. En nuestras manos está el darles esas “herramientas” para que aprendan a comportarse correctamente reforzando aquello que nos gusta, en este caso la llamada.

Aunque hay diferentes modos de enseñarla, como con cualquier cosa que queramos enseñar, pienso que la mejor es que empecemos sin darle ninguna orden, con ello provocamos que aprenda que el estar atentos a nosotros, seguirnos, es siempre positivo. Para ello, podemos dejar en varios lugares de casa algún recipiente con trocitos de algo que le guste (es mejor ir cambiando de lugares, para que no lo hagan en plan “automático” cada vez que nos ven por esa zona), y le premiaremos por acercarse a nosotros sin mas, si hay alguna otra cosa que le guste, por ejemplo, un juguete, lo podemos sustituir por la comida. Mas adelante podemos ir metiendo el “muy bien”, que a partir de ahora lo podemos utilizar como una señal de que va por buen camino y además ayudara, de una manera indirecta en un futuro, a que aprenda a autocontrolarse a “esperar” el premio y así no tendremos que andar tan rápidos en la respuesta. Por ejemplo, se acerca le decimos “muy bien” y le premiamos. En la calle haríamos lo mismo, teniendo cuidado en no enseñar primero el premio (podríamos emplear un “guiado”; enseñarle/guiarle con el chuche hacía nosotros, también serviría para el •sienta” o “tumba”,…, y también lo haría. Pero de esta forma queda desvinculado a nosotros y mas que premiar, lo chantajeamos- aparte de que no hacemos nada para que piense) ni llevarlo en bolsas que hagan ruido, para que no lo asocien y vayan detrás de todas las bolsas que hagan ese ruido o estén mas pendientes del ruido que de nosotros.

En la calle, además de practicarlo tal y como hemos comentado empleando una correa larga (2 ó 3m), procuraremos encontrar un lugar seguro donde podamos dejar a nuestro perro suelto y lo recompensaremos cada vez que se acerque a nosotros.

Al de un tiempo, y en un lugar tranquilo como en casa, cuando veamos la intención de venir introduciremos la orden que vayamos a emplear, sin repetirla, una vez (si alguna vez mas adelante, si necesitamos que venga mas rápido podemos ayudarlo con alguna otra palabra de ánimo, pero no esta). Podemos aprovechar otros momentos como la comida, el rato que jugamos con su juguete favorito (que lo podemos tener guardado para jugar con él un rato al día), cuando le vamos a sacar,… para emplearla. Por otro lado existen una serie de juegos que también van a hacer que interiorice mucho mejor este aprendizaje (siempre tendremos en cuenta que al igual que nosotros la mejor manera de aprender es mediante el juego y la vida diaria, mas que en sesiones de entrenamiento propiamente dichas) http://www.shibaspain.com/el-caracter-del-shiba/mejorar-la-llamada . En la calle, también empezaremos en un lugar y a una hora sin demasiadas distracciones, para ir gradualmente introduciendo mas estímulos (personas, ruidos, olores, otros perros,…).

En todo este proceso tendremos siempre presente que debemos evitar el error; estar siempre seguros de que va a acudir a nuestra llamada. Nunca, nunca regañarle o castigarle por tardar en venir (en este caso la felicitación será sólo verbal y no habrá premio) y saber que hay estímulos, sobre todo olfativos, que van a hacer que se bloque su sentido del oído por lo que nos va a parecer que nos desobedece cuando realmente tan siquiera nos han oído. Y, por otro lado, aunque hemos dicho que no debemos estar continuamente llamándolo, evitaremos así mismo llamarle solamente cuando vamos a atarle para volver a casa, para que como decíamos no lo asocie a algo negativo para él como el fin del paseo. Es importante que también "entrenemos" ese momento, atándole y soltándole de vez en cuando durante el paseo, para luego ir metiendo alguna palabra "libre", "a jugar" o la que mas nos guste, que le indique que a partir de ese momento es "libre para hacer lo que quiera".

QUE NO HACER EN SU EDUCACION

En este sentido, y parafraseando el libro de Carlos Alfonso López García: "Adiestramiento canino cognitivo-emocional" no deberíamos:

- Castigarle con el collar o correa.
- Castigarle por no aprender acciones concretas (sentarse, tumbarse, soltar algo de la boca, no acudir a la llamada,...)
- Castigarles progresivamente (lo que hace mucha gente por ejemplo cuando le está mordiendo el pantalón, de darle empunjocitos cada vez mas fuertes)-
- Ser inconsistentes en las normas (ahora si, luego no,...)
- Causarle dolor físico.
- Causarle un shock emocional (golpearle con periódicos, exageración de gritos,...)
- Darle mucha importancia a lo que consideramos un mal comportamiento. Ni mostrar una actitud de enfado tras el mismo.
- Castigarle por hechos pasados.
- Aplicarle castigos incomprensibles (por romper el sofá, por tirar un vaso,...). Realmente el único castigo, que es simplemente apartarles de la mesa sin decir nada ni prestarles atención, es por coger comida de la mesa y si nosotros estamos presentes en ese momento. Si nos hemos ido a la cocina dejando ese bocadillo de chorizo frito sobre la mesa del salón, no podremos recriminarle nada.
- Castigarle para que aprendan a hacer sus necesidades.
fuente

la teoría de thorndike en perros 4patasdog

Test o Teoria de THORNDIKE, EDWARD L aplicado a perros