lunes, 14 de septiembre de 2015

evitar que mendigue comida

EVITAR QUE MENDIGUEN COMIDA
Como ya hemos explicado previamente lo ideal sería dejar de reforzar el comportamiento pero además vamos a añadir la enseñanza del “comportamiento alternativo incompatible”, una de las técnicas más sencillas y seguras.
A tu sitio
Para enseñarle esta orden necesitamos una alfombra, manta o cama, unos cuantos trozos de comida y como siempre, dedicación y paciencia.
Comenzaremos practicando SIN comida en la mesa. De hecho, comenzaremos practicando simplemente con la mantita, en un lugar sin distracciones.
Utilizaremos la técnica de señuelo refuerzo.
• Con un trozo de comida en la mano, le guiaremos (poniendo la comida cerca de su hocico) acompañándole hasta la mantita. 

• Cuando sus cuatro patas estén dentro de la manta, le diremos “MUY BIEN” y le daremos el trozo de comida.

• Repetiremos el proceso unas cuantas veces, guiándole con comida hasta que realice el ejercicio con fluidez.

• Le diremos: A TU SITIO, y le guiaremos con comida hasta la mantita (tal y como hacíamos anteriormente). Premiaremos cuando las cuatro patas estén dentro de la manta. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• SIN comida en la mano, le diremos A TU SITIO y le guiaremos acompañándole hasta la mantita hacia el lugar adecuado. Premiaremos con la voz y con comida. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• Si hemos seguido los pasos del ejercicio y practicado varias veces durante varios días es muy probable que a estas alturas el perro vaya entendiendo el comando.

• Le decimos A TU SITIO y señalamos su mantita (intentamos evitar la ayuda de acompañarle). Espera a que el perro llegue a su sitio, dile MUY BIEN cuando tenga las cuatro patas en la manta y dale el trozo de comida. Repetir hasta que lo haga con fluidez.

• Aumentaremos la dificultad del ejercicio esperando a que se tumbe al llegar a la matita (es muy sencillo, no hace falta que se lo pidas, es muy probable que lo realice por si mismo… si fuera necesario ayúdale guiándole con la comida a la posición de tumbado). A partir de ahora solo recibirá el premio si se tumba al llegar a su sitio.

• Cuando hayas conseguido que vaya a su sitio cuando se lo pidas podremos comenzar a enseñarle a que permanezca en su sitio quieto hasta que se le digamos.

• Pídele A TU SITIO y cuando esté tumbado en su mantita acércate y retrasa el momento de darle la comida cuatro o cinco segundos. Estamos iniciando el QUIETO. Si permanece tumbado, dile MUY BIEN y dale el trozo de comida.

• Asegúrate de que tu perro está quieto y tranquilo en esta posición. Repite el ejercicio.

• Pídele A TU SITIO, y cuando esté tumbado en su mantita pon la palma de tu mano frente su hocico. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos, simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarlo (¡ALE!, ¡BIEN!).

• Repite este proceso varias veces hasta que tu perro tenga una respuesta fiable en el ejercicio. 

• Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.

• Cuando tu perro entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si tu perro se queda quieto con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡ALE! 

• Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debemos volver pronto al perro para felicitarle y premiarle.

• Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.

Es muy importante que ayudes a tu perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio. Si tu perro no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que el perro tome el ejercicio como una experiencia positiva.

Cuando tu perro haya aprendido a ir a su sitio y permanecer tumbado y quieto cuando tú se lo pides podrás comenzar a practicar en “situaciones reales”. Prepara la mesa, ponte un plato de comida y di “A TU SITIO”… es muy probable que tengas que ayudarle unas cuantas veces y guiarle con comida hacia su mantita pero con unas cuantas repeticiones seguro que consigues el objetivo.
Levántate a premiarle en su sitio cada pocos segundos, ve aumentando el tiempo que debe permanecer quieto paulatinamente.
Aumenta las dificultades invitando a la familia a realizar el ejercicio contigo y en poco tiempo podrás pedirle a tu perro que se vaya a su sitio y os deje comer tranquilos mientras el permanece tumbado y quieto entreteniéndose con un hueso o con su juguete tipo Kong (premios y refuerzos por realizar el ejercicios correctamente).

Aunque este ejercicio parece largo y complicado la experiencia nos demuestra que hay perros que lo “entienden” rápidamente y en una sola sesión.
Por supuesto mientras le estás enseñando este “comportamiento alternativo incompatible” a la hora de comer tienes que evitar que siga “pidiendo” en la mesa, te aconsejamos que le mantengas en otra habitación, le pongas su ración de comida para entretenerle, le des su juguete interactivo favorito, un hueso o su Kong relleno de comida y/o por lo menos NO REFUERCES este comportamiento. Recuerda: NADA DE COMIDA EN LA MESA, todos tenéis que cumplir este propósito, habla con la familia y los invitados en las comidas, inclúyeles en el proceso de enseñanza de vuestro perro
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